Caí enamorada cuando me topé en la
tienda con estos tacones. Por desgracia, me puse como loca, y a pesar de no ser
mi número me los llevé para casa, y aquí están, los pobres no han pisado la
calle. ¿No os pasa a veces? Yo la verdad, creo que he aprendido la lección,
aunque me han hecho falta varios experimentos como este para escarmentar. En fin, para la propuesta de hoy, además de los tacones, os traigo una
faldita plisada de tela vaquera con blusa oversize. ¿qué os parece?
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